Al comentar (Génesis 15:6),
"Y creyó (Abraham) a Jehová, y le
fue contado por justicia", muchos entienden la expresión "creyó a
Dios" en el sentido de "creyó en Dios".
Sin embargo, ambas
expresiones no son en modo alguno equivalentes.
Lo primero ("Creer en
Dios") se refiere a aceptar la existencia de Dios, o, a lo más, (como en
Santiago 2:19) a aceptar algún rasgo de su naturaleza, pero creer esto no es la
fe que justifica.
La fe de la que se habla
en (Génesis 15:6) es una fe que acepta y cree lo que Dios dice; es decir, que
recibe el testimonio de Dios.
Cuando Dios habló a
Abraham acerca de su descendencia, que sería tan numerosa como las estrellas
del cielo, Abraham le creyó.
Abraham no tenía hijo, así
que no tenía un fundamento natural en que basar su fe; sin embargo, él creyó
que Dios le daría una descendencia.
La fe que tuvo en esas
condiciones, y en lo que Dios le dijo, le fue imputada por justicia, por lo que
él fue declarado justo.
La fe que cree a Dios es,
pues, una fe que se levanta a contrapelo, porque no se afirma en lo que el
hombre es, sino en lo que Dios ha dicho.
Es una fe que confía
plenamente en Dios y se olvida de la impotencia del hombre.
Creer a Dios no es sólo
aceptar la existencia de Dios, sino aceptar la veracidad de Dios (Romanos 3:4).
Para la Altísima Dignidad
de Dios es más ofensivo hacerle mentiroso no creyendo lo que dice, que ignorar
su existencia.
¿Qué ha hablado Dios?
Si observamos (Hebreos 11)
hallaremos a varios que creyeron a las palabras de Dios.
Y tal vez el caso más
ejemplar (aparte de Abraham) sea el de Noé.
Dios habló a Noé acerca de
cosas que no se veían, y tenemos luego la respuesta de Noé, aceptando ser
verdad lo que Dios le dijo… Por eso, preparó el arca.
Y también por esa misma fe,
Noé fue hecho heredero de la justicia (v. 7).
Dios se agradó en un
hombre como Noé porque le creyó sus palabras y actuó en consecuencia.
Creer no es solamente
aceptar que Dios dice siempre la verdad, sino moverse en la dirección de esa
verdad… creer a los dichos de Dios es creer su testimonio.
Dios ha dicho muchas cosas
en las que espera ser creído.
Pero el principal Testimonio
que Dios ha dado no es ninguno de los que hemos visto hasta aquí, como el
relativo a la descendencia de Abraham o al diluvio universal, sino que es el Testimonio
que ha dado respecto de su Hijo Jesucristo.
Y por supuesto, Dios
espera ser creído en un asunto tan importante como el de su Hijo Jesucristo.
Creerle a Dios es creer en
su Hijo, y creer en su Hijo es creer lo que Dios ha dicho acerca de su Hijo.
Dios declara justos a los
que creen este testimonio.
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es
en Cristo Jesús" (Romanos 3:23-24).
Creerle a Dios es la base
de todos los tratos de Dios con el hombre… porque sin fe es imposible agradarle
a Él.
La honra de Dios se
sustenta en Su Palabra, y los que le creen, le honran, creyéndole.
¿Le ha creído usted?
¡Dios le bendiga!
Aguasvivas.cl
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