EN EL CAPÍTULO 19 DEL EVANGELIO DE JUAN APARECE TRES
VECES MENCIONADA LA PALABRA «CRUZ»… Y LAS FRASES QUE LA CONTIENEN SON MUY
SIGNIFICATIVAS.
LA PRIMERA DICE: «Y
ÉL, CARGANDO SU CRUZ, SALIÓ AL LUGAR LLAMADO DE LA CALAVERA...» (v, 17).
EL SEÑOR JESUCRISTO CARGÓ SU PROPIA CRUZ, Y AL
CARGARLA, PARA PODER CAMINAR CON ELLA A CUESTAS, ÉL DEBIÓ ABRAZARLA.
CARGAR LA CRUZ ES NO SÓLO SOPORTAR SU PESO, SINO
TAMBIÉN CAMINAR ABRAZADO A ELLA.
ÉL LO HIZO BIEN, SIN CHISTAR, EN MEDIO DE LA MAYOR
OPOSICIÓN IMAGINABLE.
¿FUE DEMASIADO PESADA E INJUSTA PARA ÉL, ESA CRUZ QUE
LE HICIERON CARGAR LOS GOBERNANTES ROMANOS?
SÍ, SIN DUDA… PERO NO ERA LA CRUZ DE LOS ROMANOS, ERA
LA QUE EL PADRE CELESTIAL LE DIO A CARGAR.
LA SEGUNDA DICE: «ESTABAN
JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS...» (v, 25).
JUNTO AL SEÑOR, EN ESE MOMENTO EN QUE ÉL MORÍA, HABÍA
CUATRO PERSONAS –LOS MÁS ÍNTIMOS–.
ELLOS FUERON TESTIGOS DE LA FORMA COMO EL SEÑOR MURIÓ
SOBRE LA CRUZ.
LA CRUZ TIENE UN FIN, QUE ES MÁS QUE EL MERO
SUFRIMIENTO: ES LA MUERTE MISMA… Y EL SEÑOR MURIÓ SOBRE SU CRUZ.
ESTANDO ALLÍ, MUCHOS PUDIERON VERLO –TAMBIÉN SU MADRE,
Y SU DISCÍPULO AMADO–, PERO NADIE PUDO DEFENDERLO.
LA TERCERA DICE: «...A FIN DE QUE LOS CUERPOS NO QUEDASEN EN LA CRUZ EN EL DÍA DE REPOSO...»
(v, 31).
UNA VEZ MUERTO, EL SEÑOR FUE QUITADO PRONTAMENTE DE LA
CRUZ PARA SER SEPULTADO.
YA LA CRUZ HABÍA CUMPLIDO SU COMETIDO, AHORA PODÍA SER
QUITADO DE ELLA.
YA NO HABÍA VIDA EN ÉL, ASÍ QUE LA CRUZ NO TENÍA NADA
MÁS QUE HACER.
LA CRUZ TRATA CON LA VIDA DEL HOMBRE, ASÍ QUE ACABADA
ESA VIDA, LA CRUZ SE HACE INNECESARIA.
MÁS ALLÁ DE LA CRUZ ESTÁ EL SEPULCRO, DONDE SE ESPERA
LA RESURRECCIÓN.
PORQUE EL SEPULCRO ES EL SITIO DE TRANSICIÓN ENTRE LA
MUERTE Y LA NUEVA VIDA… ES LA ESPERA CONFIADA EN QUE EL PODER DE DIOS YA VIENE
PARA HACER SU OPERACIÓN.
EL CAPÍTULO 19 DE JUAN TERMINA JUSTO CON EL SEÑOR JESÚS
EN EL SEPULCRO.
ES EL FIN DEL PROCESO DE LA CRUZ Y DE LA MUERTE… ES LA
CONCLUSIÓN DE UNA OBRA PERFECTAMENTE REALIZADA SEGÚN EL DISEÑO DE DIOS.
PERO EL EVANGELIO DE JUAN NO CONCLUYE ALLÍ.
EL CAPÍTULO 20 ESTÁ A LAS PUERTAS.
Y ALLÍ YA NO HAY SUFRIMIENTO DE CRUZ, NI TAMPOCO MUERTE
ALGUNA.
PORQUE LA RESURRECCIÓN ES EL VERDADERO FIN DE LA CRUZ
DE CRISTO.
Y TAMBIÉN ES EL FIN DE LA CRUZ DE LOS DISCÍPULOS DE
CRISTO.
¡DIOS TE BENDIGA!