El tiempo se acaba. ¿Cuáles
son nuestras esperanzas para el futuro?
Es
tiempo de que los hombres busquen una respuesta a esta fundamental pregunta.
Escudriñemos
la Palabra de Dios para ver qué dice con respecto al destino humano. Solamente
allí podremos encontrar la respuesta a todas las interrogantes acerca de
nuestro futuro.
1. ¿Es posible que sepamos exactamente el día, el mes o el año de
la venida de Jesucristo a este mundo?
ESTÁ
ESCRITO:
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino sólo mi Padre”
(Mateo
24:36).
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios”
(Mateo
4:4).
2. ¿Cuáles son las señales que el Señor Jesús dice que
anunciarían su venida?
ESTÁ
ESCRITO:
“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá
terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y
alborotos”
(Marcos
13:8).
3. ¿Qué otras señales serán vistas?
ESTÁ
ESCRITO:
“Y en la tierra angustia de las gentes… desfalleciendo los
hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la
tierra” (Lucas 21:25, 26).
4. ¿Cómo nos anuncia la venida de Jesús las condiciones sociales
del mundo?
ESTÁ
ESCRITO:
“También debes saber esto: que en los postreros
días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno”
(2 Timoteo
3:1-3).
5. ¿Cuál será la condición espiritual de muchos profesos
cristianos en los últimos días?
ESTÁ
ESCRITO:
“Porque habrá hombres amadores de sí mismos. . .
que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”
(2
Timoteo 3:2, 5).
6. En el plano internacional, ¿cuál será la condición del mundo
justamente antes de la segunda venida de Cristo?
ESTÁ
ESCRITO:
“Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres
de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte
soy”
(Joel
3:9, 10).
7. ¿Tiene el aumento de la ciencia algo que ver con el tiempo del
fin?
ESTÁ
ESCRITO:
“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el
libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la
ciencia se aumentará” (Daniel 12:4).
8. Antes de que Jesús venga por segunda vez, ¿qué mensaje tendrá
que ser dado a conocer a todo el mundo?
ESTÁ
ESCRITO:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones; y entonces vendrá el fin”
(Mateo
24:14).
9. Al ver cumplirse todas estas señales, ¿qué debemos saber y
hacer?
ESTÁ
ESCRITO:
“Entonces
verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra
redención está cerca”
(Lucas 21:27, 28).
(Lucas 21:27, 28).
10. Se aproxima el tiempo del fin. ¿Qué debemos hacer para estar
listos para aquel gran día?
ESTÁ
ESCRITO:
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante
del Hijo del Hombre”
(Lucas 21:36).
Mirando
hacia la hora final, el apóstol Pedro ofreció un sano consejo a todos los que
vivieran en estos días extraordinarios:
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la
noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos
ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis
vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos
para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán
deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas,
cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh
amados, estando en espera de estas cosas,procurad con diligencia ser hallados por él sin
mancha e irreprensibles, en paz”
(2 Pedro
3:10-14).
¿Cómo
podemos seguir estas recomendaciones escritas para todos nosotros en la Biblia?
Tenemos
que poner nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, que vino a morir y a derramar su preciosa Sangre
por todos los pecadores que crean en Él.
Amigos, amigas, el tiempo se acaba.
Hace algunos
años, Sean Sellers, de 16 años de edad y un compañero, asesinaron a un empleado
de un comercio.
El
joven Sean describe su asesinato con estas palabras: “No tomamos dinero. No
tomamos mercancía. Simplemente quitamos la vida de un hombre inocente, para
Satán”.
El
asesino de 16 años no era siquiera un sospechoso en el caso. Lo fue seis meses
más tarde, cuando mató a sus padres.
El
joven estaba enojado con su madre y practicó con anticipación un rito oculto,
explicando, “No había nada más que un odio frío en mí”.
Sean
Sellers fue el hombre más joven en Oklahoma en la fila de los condenados a
muerte hasta que fue ejecutado por inyección letal.
Si has
estado leyendo las noticias por internet y lo que ocurre en tu país, te has
dado cuenta que el mundo está lleno de violencia, odio, corrupción, tragedias,
homicidios, maldad en grado sumo.
El
mundo actual es un mundo salvaje y sin leyes, que no conoce límites.
Hace
mucho tiempo, el Señor Jesús se sentó en una colina con sus discípulos y
predijo un tiempo como este.
Los
discípulos le preguntaron en forma privada: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y
del fin del siglo?”
(Mateo 24:3).
Entonces
el Señor pronosticó la destrucción de Jerusalén y delineó con claridad las
señales que precederán a su venida. Los eventos que condujeron a la destrucción
de Jerusalén también estarían presentes en el tiempo del fin, pero en una
escala mucho mayor, antes del regreso de Jesús.
Es
maravilloso cuando comparamos las predicciones de Jesús en Mateo 24 con las
predicciones del libro de Apocalipsis. Esta comparación nos provee un cuadro
preciso sobre nuestros días.
Y es
acerca de nuestro tiempo que habló Jesús. Por dos mil años, las palabras
que Jesús habló en aquella colina en Jerusalén han sido preservadas en el Evangelio
de Mateo para que pudiésemos ver como los eventos de nuestro tiempo señalan el tiempo
del fin.
Señales
claras y específicas precederían el evento culminante de los siglos,
la segunda venida de Cristo.
¿Cuáles
son las señales de las cuales Cristo habló? Jesús predijo en (Mateo 24:5) que “Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: yo
soy el Cristo; y a muchos engañarán”.
Miles de
personas, en su búsqueda de certezas, se vuelven hacia las sectas, hacia falsos
cristos y falsos profetas, los cuales reclutan a muchos para que los sigan a
ellos, menos a Jesús.
El
Señor Jesús lo advirtió en (Mateo 24:24): “Porque
se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y
prodigios”.
El enemigo
desatará su poder engañoso para tomar cautivas las mentes de hombres y mujeres.
Las religiones falsas han aumentado de una manera fenomenal.
Las
sectas reclutan a aquellos que andan buscando cosas nuevas, nuevas emociones.
La secta Puertas del Cielo produjo un video de despedida y después muchos se quitaron la vida. Jim Jones, del Templo del Pueblo, condujo
a casi mil seguidores a la muerte en las selvas de Guyana; les hizo beber agua con
cianuro.
David Koresh condujo a sus
seguidores a una feroz muerte en Waco, Texas.
Ni hablar de la Secta Suiza cuyos miembros se incineraron a sí mismos hasta morir, o la Secta Japonesa planificando
ataques con gases nerviosos en los trenes subterráneos de Japón.
Hay
sectas que creen en la existencia de OVNIs, sectas satánicas, sectas de la
Nueva Era, sectas orientales.
Y las
Sagradas Escrituras predicen todo eso. Un poderoso y falso movimiento justo
antes de la Venida de Cristo.
Miles
de periódicos en Estados Unidos tienen una columna sobre astrología. Hoy marcan
un número de teléfono, o una clave, y los psíquicos le dicen a la gente “su
futuro”.
Oprime en
los sitios de Internet y serás guiado por la numerología, cartas del tarot e interpretaciones
de sueños. El diablo está quitando todas las señales de alto en estos últimos
días.
Pero
Dios nunca es tomado por sorpresa. Él nos lo advierte en su Libro.
En (Mateo
24:6, 7), Jesús dice, “Y oiréis de guerras
y rumores de guerras… Porque se levantará nación contra nación, y reino contra
reino”.
El
Siglo 20 fue escenario de la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial,
la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Guerra Árabe-Israelí, la Guerra en
Bosnia, la Guerra del Golfo, Kosovo, Irlanda del norte y del sur, guerras por
toda África, desde Ruanda y Somalia hasta el Sudán y el Congo.
Se
estima que 180 millones de personas fueron muertas en el último siglo, una
cantidad extraordinariamente mayor que la de cualquier otro siglo de la
historia del mundo.
Tratados
de paz basados en frágiles promesas humanas se firman hoy y
se invalidan mañana.
Hablando
acerca de nuestro tiempo, el apóstol Pablo declaró en (1 Tesalonicenses 5:3): “Cuando digan: paz y seguridad, entonces
vendrá sobre ellos destrucción repentina, y no escaparán”.
En (Mateo
24:7) Jesús dice: “Habrá pestes y hambres
y terremotos en diferentes lugares”.
¿Vemos hambre
hoy, vemos enfermedades incurables por todo el mundo?
Los
expertos saben que para muchos, el hambre crónica es parte de la vida
diaria de cientos de miles de personas, y que más de 3.5 millones de gentes mueren
por inanición cada año.
¿Vemos
pestilencias y enfermedades extrañas en aumento alarmante? Algunas enfermedades
ya resisten a los antibióticos. Y aparecen también nuevas
enfermedades para las cuales la ciencia actual no encuentra cura: Cáncer, SIDA, ébola, y
todos esos virus inesperados de procedencia inaudita, son una realidad de estos últimos tiempos.
¿Vemos terremotos
hoy? Demasiados, y la mayoría son alarmantes porque su fuerza destructiva va en aumento. Lo mismo la de los volcanes. Las estaciones sismológicas registran de doce mil a catorce
mil terremotos por año, unos 35 por día. Y muchos de esos terremotos son de
magnitudes catastróficas, como el ocurrido apenas en Nepal y otros muchos puntos del mundo.
Jesús
dice claramente en (Mateo 24:37, 38): “Mas
como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca”.
En los
días de Noé, las normas de Dios no eran aceptadas. ¿Y cómo está la fibra moral
de la sociedad de hoy?
Vivir fuera
del matrimonio ya es algo común. Y el índice de divorcio se ha cuadruplicado en
todo el planeta en las últimas décadas.
(Daniel
12:4) habla acerca del “tiempo del fin”,
cuando “la ciencia se aumentará”. La
nuestra es una era donde el conocimiento realmente ha aumentado, y sigue
aumentando. La tecnología de hoy ya no sirve el año que viene.
¿A qué
estamos esperando?
Cuando oímos
o leemos las noticias vemos muerte y desolación. Pero cuando leemos la Palabra
de Dios, nuestra desesperación se convierte en esperanza. ¡Jesús viene pronto!
La
Sagrada Biblia da testimonio de ello:
Habría
aflicción y perplejidad en las naciones. (Lucas 21:25).
Los
corazones de los hombres estarían desfalleciendo por el temor de las cosas que
vendrían. (Lucas 21:26).
Conversaciones
de paz, basadas en promesas humanas frágiles, no valdrían mucho. (1
Tesalonicenses 5:2, 3).
Habría desastres
naturales, hambres, pestilencias, y terremotos por doquier. (Mateo 24:7).
Habría
crimen, violencia e iniquidad. (Mateo 24:12)
Habría
tiempos peligrosos y una decadencia moral de toda clase. (2 Timoteo 3:1-4).
Los días
sería violentos, habría maldad y miseria espiritual humana e idolatría, como en
los días de Noé. (Mateo 24:37-39).
Muchos
estarían absorbidos por los cuidados de esta vida. (Lucas 21:34).
El
evangelio de Jesucristo sería predicado a todo el mundo, y entonces vendrá el
fin. (Mateo 24:14).
Si eres
consciente de todas estas señales que predice la Biblia, sabrás que el tiempo
se acaba. ¿Qué hacer?
Dios
promete la salvación a todos aquellos que crean de corazón en Jesucristo y le
reciban como su Salvador.
(Marcos
16: 15-16) Y Jesús les dijo: Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
(Romanos
8: 10-11) Mas ¿qué dice? Cerca de ti está
la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que
predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres
en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
No
esperes más. Recibe al Señor Jesucristo como tu salvador. Él no nos miente. Él
vino a morir por el pecador, para que tengamos vida eterna.
Recíbelo
ahora con esta oración, y sálvate:
Altísimo Padre Santo.
Reconozco que soy un pecador y que te he
ofendido. Me arrepiento de todos mis pecados. Renuncio a mi justicia propia y
te entrego hoy mi corazón. Cambia mi vida Señor. Le abro la puerta a
Jesucristo, tu Hijo amado, que murió y resucitó de los muertos para salvarme.
Límpiame y lávame con la Sangre preciosa que Jesucristo derramó por mí en la
cruz del calvario. Cámbiame y hazme la persona que Tú quieres que sea de hoy en
adelante. Gracias por escribir mi nombre en el libro de la Vida, y gracias por
regalarme la vida eterna.
En el nombre de tu Hijo amado Jesucristo.
Amén.
Tiene razón, son muchas muchisimas señales en el mundo eso nadie puede negarlo, el mundo va de capa caida y la Biblia es muy clara, Dios nos advierte, muchas gracias por ese mensaje que me puso a reflexionar, el Señor puede venir en cualquier momento. Bendiciones para sus ministerios. Irma Sanchez.
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