miércoles, 23 de abril de 2008

¿Se manifiesta Dios a los incrédulos?

Quiero escribir este post con un propósito: hacer público y notorio que no solamente Moisés y los grandes profetas de Dios, de pretérita memoria, han podido testificar de ese Poder Vivo que se manifiesta abiertamente ante quien Dios quiere, sino que todos nosotros, los creyentes de las iglesias, somos por igual testigos vivientes de las grandes maravillas del Poder del Espíritu Santo.

Tengo el increíble testimonio de un amigo que, sin ser todavía cristiano, pudo ser sin esperarlo espectador de la Gloria de Dios.

Él caminaba cierta mañana por el campo. Había salido a cortar leña e iba abriendo brecha con el machete entre los zarzales, cuando de repente vio que un ave común y corriente, una de esas avecillas del campo minúsculas, de color ocre, se posó en una rama que se hallaba enfrente de él y comenzó a cantar con un trino tan bello, pero tan inigualablemente hermoso que se le enchinó la piel.

Tal vez algunos de nosotros lloremos de repente al escuchar ciertas notas, algún canto hermoso que nos llegue al corazón, pero este cántico era sublime y portentoso —no sabría decirlo de otra manera—, un cántico inexpresable en palabras humanas, una manifestación de corte celestial, si se puede explicar así.

La cuestión es que mi amigo se quedó petrificado escuchando al avecilla que le cantaba de frente, con el piquito abierto. Pero lo más increíble de todo fue que de repente el ave —permítanme describirlo de esta forma para darme a entender—, comenzó a trinar con un sonido dulcísimo pero con una “voz” cuasi humana: “Cristo vieneeee… Cristo vieneeee… Cristo vieneeee… Cristo vieneeee…. Cristo vieneeeeeeeeeeeeee………………ooooooooo”

Por demás está decir que mi amigo cayó al suelo como tocado por un rayo, totalmente noqueado por el inesperado suceso mientras de su interior corrían ríos y ríos de lágrimas vivas que no podía contener, y en tanto un torrente se le desató en el centro del estómago produciéndole un gozo indecible.

Por horas estuvo tirado entre las zarzas hasta que al fin se pudo levantar. Y lo primero que hizo fue buscar una iglesia donde poder testificar lo que le había pasado. Entonces, aquél mismo día recibió a Jesús en su corazón y fue salvo por fe.

Y pues bueno, después de esta tremenda manifestación del Poder de Dios han sucedido en su vida muchas otras maravillas, y doy Gracias a Dios por ello.

Yo sólo lo publico aquí porque se trata de un amigo cercano que además es ahora mi hermano en Cristo, y porque hay que testificar estas cosas sobrenaturales para la Gloria de Dios, cosas sobrenaturales que están sucediendo hoy en día, no tan solo en el pasado.

Y aquí hago una pregunta: ¿Se manifiesta Dios en estos postreros tiempos a los incrédulos?

¡Por supuesto que sí!

"[Marcos 2:17] Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores."

Bueno, pues ahí queda este testimonio de la vida real para todo aquel que lo quiera creer.

¡Dios les bendiga a todos!


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