Se cuenta que cierta vez
Satanás hizo una subasta de las herramientas con que hacía su obra. Había
muchas que tenía a la venta, y muy eficaces; pero una de ellas tenía un letrero que
decía: "No se vende".
Cuando le preguntaron acerca de eso, dijo:
"Esa es la única herramienta que no vendería por nada del mundo, porque es
la que nunca me falla". Era el desaliento.
Muchas veces Satanás ataca
a los hijos de Dios con esta poderosa arma, y ellos son vencidos una y otra
vez.
Los fracasos se han multiplicado. Les parece que están condenados a un
permanente fracaso, que no vale la pena seguir adelante, que Dios se ha
olvidado de ellos. En fin, de muchas y muy diversas maneras viene el
desaliento.
Sin embargo, Dios tiene un
mensaje para ellos. Las palabras de Dios a Josué son un eficaz aliento para un
cristiano en tal situación. El Señor dijo a Josué en el primer capítulo de su
libro, una y otra vez: "¡Sé fuerte y valiente!" (vv, 6, 9, NVI)... y lo
mismo le reitera el pueblo a Josué (v, 18).
¿Cuál es la razón para ser fuerte y
valiente? "Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que
vayas." (v, 9).
Sin duda, ésta es una
poderosa razón para sentirse fuerte y valiente.
Y el profeta Jeremías daba testimonio de
esto mismo al decir: "Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por
tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados
en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás
será olvidada" (20:11).
Ahora bien, en el Nuevo
Testamento, ésta promesa está todavía en pie, y aun con mayor gloria.
"Fortaleceos en el Señor (lit. sed llenos de poder), y en el poder de su
fuerza" (Efe. 6:10).
Allí, en las palabras dichas a Josué, Dios se
comprometía a estar con Josué (lo mismo con Jeremías), pero acá la promesa es
que el creyente estará en el Señor. No sólo con el Señor, sino en el Señor.
El apóstol Pablo dice que nuestra
vida está escondida con Cristo en Dios (Col. 3:3)... así que estar en Cristo (y escondido
en él) es una maravillosa realidad.
Esta es más que una promesa, es una bendita
realidad.
Cuando las armas de Satanás arremeten contra nosotros, ¡cuán fiel
consuelo es sabernos amparados en Cristo!... allí somos fuertes, porque su fuerza
está en nosotros; allí somos valientes, porque su valentía permanece en
nosotros. Podemos ser fuertes en Él
y valientes en Él.
Las palabras del Señor a Josué resuenan firmes y alentadoras
para nosotros hoy: ¡Sé fuerte y valiente!
Porque vosotros estáis en él y él en
vosotros, podéis ser fuertes y valientes. Porque para venceros, Satanás debería
vencerle a Él primero. Porque la victoria ya la obtuvo Cristo en la cruz, de una vez y
para siempre. Porque, aunque nosotros no somos nada, Él lo es todo en nosotros.
Si vemos esto, amados, entonces la mortal arma de Satanás –que es el desaliento– no tendrá ya más poder
en nosotros.
¡Esfuérzate y sé valiente!
¡Dios te bendiga!
Aguasvivas.cl
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