martes, 9 de febrero de 2021

EL TIEMPO SE ACABA


 

EL TIEMPO SE ACABA


(1 Tes. 4: 13-15)  Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.

15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

 

(Juan 14: 3) Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

 

ORACIÓN: TODA LA GLORIA PARA MI SEÑOR JESUCRISTO


El tiempo se acaba.  Nuestro Señor Jesucristo está por venir otra vez.

Escudriñemos la Palabra de Dios para ver qué dice con respecto a su venida en las nubes, pero también que dice la Palabra del destino humano. Porque solamente en la Palabra encontraremos la respuesta a todas las interrogantes acerca de nuestro futuro eterno.

1. ¿Es posible que sepamos exactamente el día, el mes o el año de la venida de Jesucristo a este mundo?

ESTÁ ESCRITO: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36).

Así que el arrebatamiento se puede dar en cualquier momento, en el instante menos pensado. Porque nadie lo sabe, sólo Dios, entonces puede ser cuando menos lo esperamos. Por eso tenemos que estar preparados, amados hermanos.

2. ¿Cuáles son las señales que el Señor Jesús dice que anunciarían su venida?

“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos”

(Marcos 13:8).


3. ¿Qué otras señales serán vistas?

Y en la tierra angustia de las gentes… desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra” (Lucas 21:25, 26).

4. ¿Cómo nos anuncia la venida de Jesús las condiciones sociales del mundo?

“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno”

(2 Timoteo 3:1-3).

5. ¿Cuál será la condición espiritual de muchos cristianos en los últimos días?

Porque habrá hombres amadores de sí mismos. . . que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”

(2 Timoteo 3: 2, 5).

6. El aumento de los conocimientos científicos y las grandes migraciones de estos tiempos también son un anuncio de la venida del Señor.

 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará” (Daniel 12:4).

7. Antes de que Jesús venga, hay un mensaje tendrá que ser dado a conocer a todo el mundo, y que ya se está haciendo incluso por Internet.

 “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”

(Mateo 24:14).

8. Al ver cumplirse todas estas señales, ¿qué debemos saber y hacer?

“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”

(Lucas 21:27, 28).

“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”

(Lucas 21:36).

Mirando hacia la hora final, el apóstol Pedro ofreció un sano consejo a todos los que vivieran en estos días extraordinarios:

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!  Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz”

(2 Pedro 3:10-14).

¿Cómo podemos seguir estas recomendaciones escritas para todos nosotros en la Biblia?

Tenemos que poner nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, que vino a morir y a derramar su preciosa Sangre por todos los pecadores que crean en Él.

Hermano, amigo, el tiempo se acaba. Y los hechos de la historia dan cuenta de ello:

Hace algunos años, el joven Sean Sellers, de 16 años y un compañero de su edad, asesinaron a un empleado de un comercio.

El joven Sean describió su asesinato con estas palabras: “No tomamos dinero. No tomamos mercancía. Simplemente quitamos la vida de un hombre inocente, para Satanás”.

El asesino de 16 años no era siquiera un sospechoso del caso. Lo fue seis meses más tarde, cuando esta vez mató a sus padres.

El joven practicó con anticipación un rito oculto, explicando, “No había nada más que un odio frío en mí”.

Sean Sellers fue el hombre más joven en la fila de condenados a muerte en Oklahoma, donde fue ejecutado por inyección letal.

Ustedes hermanos que leen las noticias por internet y lo que ocurre en el mundo, se han dado cuenta que todo está lleno de violencia, odio, maldad, sangre, corrupción, tragedias, homicidios, engaños, crueldad en grado sumo.

El mundo actual es un mundo salvaje y sin leyes, que en los últimos tiempos no conoce límites.

Hace dos mil años, el Señor Jesús habló en la colina de un monte y predijo que vendría un tiempo como éste.

Los discípulos le preguntaron en forma privada: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

(Mateo 24:3).

Entonces el Señor pronosticó la destrucción de Jerusalén y delineó con claridad las señales que precederán a su venida.

Los eventos que condujeron a la destrucción de Jerusalén también estarían presentes en el tiempo del fin, pero los últimos serían tiempos de maldad en una escala mucho mayor, esto es, en los días cercanos al regreso de Jesús.

Es maravilloso cuando comparamos las predicciones de Jesús en Mateo 24 con las predicciones del libro de Apocalipsis. Esta comparación nos provee un cuadro preciso sobre nuestros días.

Y es acerca de nuestro tiempo que habló Jesús. Por dos mil años, las palabras que Jesús habló en el Sermón del Monte en Jerusalén han sido preservadas en los Evangelios para que pudiésemos ver cómo los eventos de nuestro tiempo señalan el tiempo del fin.

Señales claras y específicas precederían el evento culminante de los siglos, el arrebatamiento de la iglesia.

¿Cuáles son las señales de las cuales Cristo habló?

Jesús predijo en (Mateo 24:5) que “Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”.

Y en estos tiempos, miles de personas se vuelven hacia las sectas, hacia falsos cristos y falsos profetas, quienes reclutan a muchos para que los sigan a ellos, menos a Jesús.

Pero el Señor Jesús lo advirtió en (Mateo 24:24): “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios”.

Jesús estaba diciendo que el enemigo desataría su “poder engañoso” para tomar cautivas las mentes de hombres y mujeres. Hermanos, no tenemos idea de cómo las religiones falsas han aumentado de una manera fenomenal en estos últimos tiempos.

Estas son las sectas que reclutan a aquellos que andan buscando cosas nuevas, que van en busca de nuevas emociones. La secta “Puertas del Cielo” produjo un video de despedida, y después muchos se quitaron la vida.

Jim Jones, del “Templo del Pueblo”, condujo a casi mil seguidores a la muerte en las selvas de Guyana, cuando les hizo beber agua con cianuro.

David Koresh condujo a sus seguidores a una feroz muerte en Waco, Texas.

Y ni hablar de la “Secta Suiza”, cuyos miembros se incineraron a sí mismos hasta morir.

O la “Secta Japonesa” planificando ataques con gases nerviosos en los trenes subterráneos de Japón.

Hay sectas que creen en la existencia de OVNIs, como la Dianética, hay sectas satánicas, sectas de la Nueva Era, sectas orientales, los terroristas del Corán, etc.

Y las Sagradas Escrituras predicen a todos esos falsos cristos. Son falsos movimientos religiosos que se vienen levantando justo antes de la Venida de Cristo.

Hoy, miles de periódicos en todo el mundo y por internet tienen una columna sobre astrología, sobre falsos horóscopos. Estas cosas parecen inofensivas, pero son parte también del engaño del enemigo. Hoy la gente marca un número de teléfono, o una clave, y una secta de psíquicos les dicen a la gente “su futuro”.

Muchos hacen click en los sitios de Internet para ser guiados por la numerología prohibida, por cartas del tarot y por falsas interpretaciones de sueños. Porque el diablo está quitando cualquier señal de Peligro en estos últimos días.

Pero Dios nunca es tomado por sorpresa.

Jesús nos advierte en su Palabra Sagrada, en (Mateo 24:6, 7):Y oiréis de guerras y rumores de guerras… Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino”.

Amigos, Hermanos, ustedes saben que el Siglo 20 fue escenario de la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Guerra Árabe-Israelí, la Guerra en Bosnia-Herzegovina, la Guerra del Golfo, Kosovo, Irlanda del norte y del sur, guerras por toda África, desde Ruanda y Somalia hasta el Sudán y el Congo.

Se estima que miles de millones de personas fueron muertas en el último siglo, una cantidad extraordinariamente mayor que la de cualquier otro siglo de la historia del mundo.

Tratados de paz basados en frágiles promesas humanas se firman hoy y se invalidan mañana.

Hablando acerca de nuestro tiempo, el apóstol Pablo declaró en (1 Tesalonicenses 5:3): “Cuando digan: paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, y no escaparán”.

En (Mateo 24:7) Jesús dice: “Habrá pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares”.

¿Y qué vemos hoy el mundo? Vemos hambre, y vemos enfermedades incurables por todo el mundo.

El hambre crónica es parte de la vida diaria de cientos de miles de personas, y 4 millones de gentes mueren por inanición cada año.

Vemos pestilencias y enfermedades extrañas en aumento alarmante.

Nos hemos extrañado de la aparición repentina de un virus como el COVID, que según la ciencia de hoy durará años. Pero eso está previsto en la Palabra. (Mateo 24:7) dice:… y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

Algunas enfermedades ya resisten los antibióticos. Y aparecen también nuevas enfermedades para las cuales la ciencia actual no encuentra cura: Cáncer, SIDA, ébola, y todos esos virus inesperados de procedencia inaudita, son una realidad de estos últimos tiempos.

¿Vemos terremotos hoy? Demasiados, y la mayoría son alarmantes porque su fuerza destructiva va en aumento. Lo mismo la de los volcanes.

Las estaciones sismológicas registran de 12 mil a 14 mil terremotos por año, unos 35 por día. Y muchos de esos terremotos son de magnitudes catastróficas en varios puntos del mundo. 

Jesús dice claramente en (Mateo 24:37, 38): “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca”.

¿Sabes algo hermano? En los días de Noé, las normas de Dios no eran aceptadas, eran rechazadas por la mayoría. ¿Y cómo es la fibra moral de la sociedad de hoy? Es igual. La mayoría no quiere saber de Dios. La gente quiere vivir como quiere sin respetar las normas divinas.

¿A qué estamos esperando?

Cuando oímos o leemos las noticias, vemos sólo muerte y desolación, mucho derramamiento de sangre. Pero cuando leemos la Palabra de Dios, nuestra desesperación se convierte en esperanza. ¡Jesús viene pronto! ¡Cristo viene pronto! Y hay que proclamarlo.

La Sagrada Biblia da testimonio de ello. La Palabra dice que Habría aflicción y perplejidad en las naciones. (Lucas 21:25).

La Palabra dice que Los corazones de los hombres estarían desfalleciendo por el temor de las cosas que vendrían. (Lucas 21:26).

Dice que: las Conversaciones de paz, basadas en promesas humanas frágiles, no valdrían mucho. (1 Tesalonicenses 5:2, 3).

Dice la Palabra que Habría crimen, violencia e iniquidad. (Mateo 24:12)

Dice que Habría tiempos peligrosos y una decadencia moral de toda clase. (2 Timoteo 3:1-4).

Dice la Palabra que Los días sería violentos, habría maldad y miseria espiritual humana e idolatría, como en los días de Noé. (Mateo 24:37-39).

También dice que Muchos estarían absorbidos por los placeres de esta vida. (Lucas 21:34).

Y predice que El evangelio de Jesucristo sería predicado a todo el mundo, y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14).

Yo sé que somos conscientes de todas estas señales que predice la Biblia, y por eso sabemos que el tiempo se acaba. ¿Qué vamos a hacer?

Dios promete la salvación a todos aquellos que crean de corazón en Jesucristo y le reciban como su Salvador, y le sigan.

(Marcos 16: 15-16) Y Jesús les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Amigos, el mundo está en decadencia y las cosas están a punto de acabar. Es tiempo de cerrar filas con el Señor, es tiempo de acercarnos más a la Palabra, es tiempo de estar en oración y ruego, es tiempo de hablarle, como sea posible, a la gente de Jesús.

Es tiempo de arrepentimiento, es tiempo de dejar las cosas que no le agradan a Dios, es tiempo de sembrar para Dios… porque todo lo demás, el dinero, las posesiones, aquí se quedarán cuando volemos… pero si hacemos tesoros en el cielo, ningún hollín ni ninguna polilla podrán corromper, ni ningún ladrón podrá minar ni hurtar.

Todo lo que sembremos para el cielo, será prosperado. No quitemos los ojos del Señor, caminemos en este mundo mientras podamos, pero con los ojos puestos en Jesús.

Vamos a cerrar con este versículo de la Biblia. Vamos a decir como dijo un día Josué a las tribus de Israel, en (Josué 24:15): Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Vamos a dar gracias a Dios porque nos ha guardado hasta hoy, y para que nos ayude como familia a estar atentos a Su Palabra y a Su Venida.

Y si tú no has recibido a Jesús como tu salvador, te invito a que hagas esta oración de fe:

Padre Celestial:

Me arrepiento hoy de todos mis pecados. Recibo a Jesús como mi Salvador y Señor. Perdona todos mis pecados y límpiame con la Preciosa Sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Amén.

 

También queremos orar por sus necesidades. Toda necesidad, la que sea, Dios la puede suplir. Y Dios puede sanar toda enfermedad si creemos en su Poder Sanador, amigos y hermanos.

Si alguien necesita oración, pueden escribirnos al correo aguilera.federico@gmail.com y estaremos orando por todos ustedes que lo pidan y por cada necesidad en particular.

Cierren sus ojos y vamos a pedirle al Señor por todo esto. En el bendito Nombre de Jesús.

Amén.

 


2 comentarios:

  1. Mi querido hermano, gracias por compartir la información de la palabra de Dios que se cumple claramente con los acontecimientos que estamos viviendo hoy en todo el mundo. Bendiciones para ti y tu familia.

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    1. Gracias mi amado hermano Ulises Aguilera, agradezco tu comentario, Dios bendiga tu familia, sus vidas, sus trabajos, y les siga dando todo lo que sus corazones anhelan. Bendito sea Dios por todo lo que hace, a Él sea la Gloria por los Siglos.

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