viernes, 18 de julio de 2008
Jesucristo el Todopoderoso
—EL PODER DE CRISTO PARA PERDONAR PECADOS —
Jeovah, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. — (Salmo 130:3, 4)
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. — (2 Crónicas 7:14)
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios .... — (Marcos 2:9-12)
A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdomado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado. — (Lucas 12:10)
—EL PODER DE CRISTO PARA SANAR EL ALMA —
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. — (Juan 10:10)
Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. — (Hebreos 5:9)
Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. — (Romanos 5:21)
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron; he aqui todas son hechas nuevas. — (2 Corintios 5:17)
Y todo aquel que vive y cree en mi, no morirá eternamente. ¿Crees esto? — (Juan 11:26)
Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio. — (2 Tim. 1:10)
Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.— (2 Corintios 4:11)
—EL PODER DE CRISTO PARA SANAR EL CUERPO —
Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar. — (Lucas 5:17)
Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. — (Lucas 8:43, 44)
Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.— (Marcos 6:56)
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. — (Mateo 8:16, 17)
—EL PODER PARA SANAR TODA ENFERMEDAD —
Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. — (Mateo 8:3)
Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. — (Lucas 13:13)
En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. — (Lucas 7:21)
Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos...Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. — (Lucas 17:12 y 14)
Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. — (Mateo 8:14, 15)
Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó. — (Lucas 22:50, 51)
—EL PODER PARA SANAR TODA CLASE DE ENFERMEDAD —
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos.... — (Mateo 9:28-30)
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. — (Mateo 12:13)
Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Entonces Jesús dijo al centurión: Vé, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. — (Mateo 8:5-7 y 13)
Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. — (Juan 5:5 y 8, 9)
—CRISTO PUEDE SANAR TODA ENFERMEDAD —
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia ... Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará.... — (Santiago 5:14a, 15)
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. — (Mateo 4:23)
... y para ser sanados de sus enfermedades; y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos. — (Lucas 6:17b-19)
Y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos. — (Mateo 14:36)
Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó. — (Mateo 15:30)
Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. — (Mateo 19:2)
—EL PODER DE CRISTO PARA ECHAR FUERA DEMONIOS —
Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. — (Mateo 17:18)
También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo. — (Lucas 4:41)
Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos. Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos. El les dijo: Id.... — (Mateo 8:28-32)
Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. — (Mateo 12:22)
—EL PODER DE CRISTO PARA LEVANTAR A LOS MUERTOS —
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. — (Lucas 7:14, 15)
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.... Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. — (Juan 11:23-25 y 43, 44)
Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la singoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.... Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó... Y sus padres estaban atónitos.... — (Lucas 8:49 y 54, 55a, 56)
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