AL FINAL DE LOS PRIMEROS CUARENTA AÑOS DE EDAD, MOISÉS
DEBIÓ ENFRENTAR Y RESOLVER UN AGUDO DILEMA.
ÉL ERA HEBREO DE NACIMIENTO, PERO EGIPCIO POR FORMACIÓN…
UNA MEZCLA BASTANTE EXTRAÑA PARA UN HOMBRE DE DIOS.
SI ÉL HUBIESE QUERIDO, TENÍA A SU DISPOSICIÓN UNA
CARRERA SUPERIOR A LA DE JOSÉ EN EGIPTO, PORQUE TENÍA MÁS DERECHOS QUE JOSÉ
PARA POSTULAR A ELLA.
PERO ANTES DE SEGUIR POR ALLÍ, ÉL NECESITABA DECIDIR
AQUEL ASUNTO PREVIO, A QUÉ IRÍA A CONSAGRAR SU VIDA, A EGIPTO O A ISRAEL, AL
MUNDO O A LAS PROMESAS.
MOISÉS ESTABA EN LA EDAD EN QUE LOS PLACERES DEL PECADO
ERAN LOS MÁS FASCINANTES Y ATRAYENTES… EL ENCANTO DE UN MUNDO DE PODER Y GLORIA
ERA TANGIBLE Y REAL.
EN CAMBIO, LAS PERSPECTIVAS Y RECOMPENSAS DE LA
ETERNIDAD ESTABAN TODAS A UNA GRAN DISTANCIA, INTANGIBLES, EXCEPTO PARA LA FE.
EN ESTA ENCRUCIJADA, SI MIRAMOS DESDE LA PERSPECTIVA DE
LA HISTORIA POSTERIOR Y, SOBRE TODO, DE LA ETERNIDAD, MOISÉS HIZO LA ELECCIÓN
CORRECTA. LA ESCRITURA DICE: "POR LA
FE MOISÉS, HECHO YA GRANDE, REHUSÓ LLAMARSE HIJO DE LA HIJA DE FARAÓN,
ESCOGIENDO ANTES SER MALTRATADO CON EL PUEBLO DE DIOS, QUE GOZAR DE LOS
DELEITES TEMPORALES DEL PECADO, TENIENDO POR MAYORES RIQUEZAS EL VITUPERIO DE
CRISTO QUE LOS TESOROS DE LOS EGIPCIOS; PORQUE TENÍA PUESTA LA MIRADA EN EL
GALARDÓN" (HEB. 11:24-25).
ESTOS DOS VERBOS DESTACADOS DENOTAN UN ACTO DE DECISIÓN
CON UNA DOBLE FAZ.
POR UN LADO, MOISÉS RECHAZA, Y POR OTRO, ACEPTA.
POR UN LADO RECHAZA LO QUE EGIPTO LE OFRECÍA, POR OTRO,
ACEPTA LO QUE LA FE LE OFRECÍA.
POR UN LADO INFLUÍA SU ALTA FORMACIÓN EN LAS
UNIVERSIDADES EGIPCIAS; POR OTRO, LA INFLUENCIA MATERNA, Y LAS PROMESAS DE DIOS
PARA SU PUEBLO.
NO SÓLO LAS PROMESAS DADAS A ABRAHAM PESABAN EN EL
CORAZÓN DEL ISRAELITA PIADOSO, SINO TAMBIÉN LOS HUESOS DE JOSÉ, QUE ERAN MUDOS
TESTIGOS DE UNA FE QUE ESPERABA EL DÍA DE LA SALIDA DE EGIPTO (ÉXO. 13:19).
PESANDO TODO ESTO EN SU CORAZÓN, MOISÉS SE INCLINA POR
EL CAMINO DE SUS PADRES, QUE ES EL DE LA FE EN LAS PROMESAS DE DIOS.
SIN EMBARGO, NO FUE FÁCIL EL CAMINO DE AHÍ EN ADELANTE.
LA DECISIÓN FUE LA CORRECTA, PERO HABRÍA DE ENFRENTAR
GRAVES FRACASOS.
POCO DESPUÉS, ÉL DA MUERTE A UN EGIPCIO, Y ASUME UN
DESTIERRO VOLUNTARIO DE CUARENTA AÑOS, POR TEMOR AL CASTIGO DE FARAÓN.
FUERON CUARENTA AÑOS DE DESTIERRO Y DE SOLEDAD –TODA
UNA PÉRDIDA–, PERO DESDE LA PERSPECTIVA DE DIOS, ESTE HECHO EMPUJÓ A MOISÉS AL
PERÍODO MÁS IMPORTANTE DE SU FORMACIÓN ESPIRITUAL.
EL DESIERTO, EN VEZ DE ANULAR EL LLAMAMIENTO Y HACER
NULA LA DIFÍCIL DECISIÓN, CORROBORÓ AMBAS COSAS, PUES TRANSFORMÓ EL CARÁCTER
IMPULSIVO Y ORGULLOSO, EN UNO MANSO Y HUMILDE, DÚCTIL EN LA MANO DE DIOS.
LOS CUARENTA AÑOS DE EDAD PARECEN SER DE
EXTRAORDINARIAS DECISIONES EN LA VIDA DE TODO HOMBRE.
MOISÉS OPTÓ POR LA MEJOR, Y DE ESO DA CLARO TESTIMONIO
LA PALABRA DE DIOS.
AHORA BIEN, DE LA NUESTRA, ¿DARÁ TESTIMONIO DIOS ALGÚN
DÍA?
ROGAMOS PORQUE ASÍ SEA, AMADO HERMANO EN CRISTO.
¡DIOS TE BENDIGA!
Aguasvivas.cl
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