EL
CAPÍTULO 7 DEL LIBRO DE HECHOS REGISTRA EL DISCURSO MÁS LARGO DEL LIBRO, ASÍ
COMO EL PUNTO DECISIVO DE LA HISTORIA ESPIRITUAL DE ISRAEL.
REGISTRA
ASIMISMO EL TERCER HOMICIDIO IMPORTANTE DE LA NACIÓN (JUAN EL BAUTISTA, EL
SEÑOR JESUCRISTO, Y AHORA ESTEBAN), Y SU FINAL RECHAZO DEL MENSAJE DE
SALVACIÓN.
EN
SU DISCURSO, ESTEBAN REPASÓ LA HISTORIA DE ISRAEL Y DESTACÓ QUE LA NACIÓN
SIEMPRE RECHAZÓ A LOS LÍDERES ESCOGIDOS POR DIOS.
Y TANTO
MOISÉS COMO JOSÉ FUERON EJEMPLOS DE ESTE PATRÓN (7:13, 35).
Y
DE IGUAL MANERA ISRAEL TRATÓ A CRISTO: JUAN EL BAUTISTA Y LOS APÓSTOLES LO
PRESENTARON A LA NACIÓN, PERO LA NACIÓN LO RECHAZÓ.
VAMOS
A VER EL TEMA DE ESTE CAPÍTULO DE LA BIBLIA ROGANDO AL PRECIOSO ESPÍRITU SANTO
QUE NOS HABLE POR SU SANTA PALABRA.
I. EL PACTO DE DIOS
CON ABRAHAM (7: 1–8)
El sumo sacerdote
dijo entonces: ¿Es esto así? 2 Y él dijo: Varones hermanos
y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando
en Mesopotamia, antes que morase en Harán, 3 y le dijo:
Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré. 4 Entonces
salió de la tierra de los caldeos y habitó en Harán; y de allí, muerto su
padre, Dios le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora. 5 Y
no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie; pero le prometió que se
la daría en posesión, y a su descendencia después de él, cuando él aún no tenía
hijo. 6 Y le dijo Dios así: Que su descendencia sería
extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y los
maltratarían, por cuatrocientos años. 7 Mas yo juzgaré,
dijo Dios, a la nación de la cual serán siervos; y después de esto saldrán y me
servirán en este lugar. 8 Y le dio el pacto de la
circuncisión; y así Abraham engendró a Isaac, y le circuncidó al
octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.
EL
PACTO CON ABRAHAM ESTÁ REGISTRADO EN (GÉN. 13:14–18), ASÍ COMO EN (GÉN. 15 Y 17),
E INCLUYE LA POSESIÓN POR PARTE DE LA SIMIENTE DE
ABRAHAM DE LA TIERRA PROMETIDA, Y LA PROMESA DE LA MULTIPLICACIÓN DE SUS
DESCENDIENTES EN LOS AÑOS VENIDEROS.
EL
SELLO DE ESTE PACTO FUE LA CIRCUNCISIÓN.
II. ISRAEL RECHAZA
A JOSÉ (7: 9–16)
Los patriarcas,
movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba
con él, 10 y le libró de todas sus tribulaciones, y le
dio gracia y sabiduría delante de Faraón rey de Egipto, el cual lo puso por
gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa. 11 Vino
entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación;
y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Cuando oyó
Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. 13 Y
en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a
Faraón el linaje de José. 14 Y enviando José, hizo venir
a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco
personas. 15 Así descendió Jacob a Egipto, donde
murió él, y también nuestros padres; 16 los cuales
fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que a precio de dinero
compró Abraham de los hijos de Hamor en Siquem.
JOSÉ
TIENE UNA SEMEJANZA MARAVILLOSA CON EL SEÑOR JESUCRISTO EN MUCHAS MANERAS:
(1) SU PADRE LO AMABA
(GÉN. 37:3; MAT. 3:17).
(2) SUS
HERMANOS LO ABORRECÍAN (GÉN. 37:4–8; JUAN 15:25).
(3) SUS HERMANOS LO
ENVIDIABAN (GÉN. 37:11; MAR. 15:10).
(4) LO VENDIERON POR
EL PRECIO DE UN ESCLAVO (GÉN. 37:28; MAT. 26:15).
(5) LO HUMILLARON COMO
SIERVO (GÉN 39:1SS; FIL. 2:5SS).
(6) LO ACUSARON
FALSAMENTE (GÉN. 39:16–18; MAT. 26:59, 60).
(7) LO EXALTARON Y
HONRARON (GÉN. 41:14SS; FIL. 2:9–10).
(8) SUS HERMANOS NO LO
RECONOCIERON LA PRIMERA VEZ (GÉN. 42:8; HCH. 3:17).
(9) SE REVELÓ A SÍ
MISMO LA SEGUNDA VEZ (GÉN. 45:1SS; HCH. 7:13; ZAC. 12:10).
(10) TOMÓ UNA ESPOSA GENTIL (GÉN. 41:45; HCH.15:6–18).
EL
ARGUMENTO DE ESTEBAN AQUÍ ES QUE LOS JUDÍOS HABÍAN TRATADO A CRISTO DE LA
MANERA QUE LOS PATRIARCAS TRATARON A JOSÉ, PERO NO ENFOCÓ ESTA ACUSACIÓN SINO
HASTA EL FINAL.
ASÍ
COMO JOSÉ SUFRIÓ PARA SALVAR A SU PUEBLO, CRISTO SUFRIÓ PARA SALVAR A ISRAEL Y
A TODA LA HUMANIDAD…
DICE
LA BIBLIA QUE A LO SUYO VINO, Y SIN EMBARGO, LOS SUYOS NO LO RECIBIERON (JUAN
1: 11-12) A lo suyo vino, y los suyos no
le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
III. ISRAEL RECHAZA
A MOISÉS (7: 17–41)
Pero cuando se
acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo
creció y se multiplicó en Egipto, 18 hasta que se
levantó en Egipto otro rey que no conocía a José. 19 Este
rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a
fin de que expusiesen a la muerte a sus niños, para que no se propagasen. 20 En
aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres
meses en casa de su padre. 21 Pero siendo expuesto a la
muerte, la hija de Faraón le recogió y le crió como a hijo suyo. 22 Y
fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus
palabras y obras. 23 Cuando hubo cumplido la edad de
cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de
Israel. 24 Y al ver a uno que era maltratado, lo
defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. 25 Pero
él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano
suya; mas ellos no lo habían entendido así.
26 Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que
reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os
maltratáis el uno al otro?
27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó,
diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Quieres
tú matarme, como mataste ayer al egipcio? 29 Al oír esta
palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde
engendró dos hijos. 30 Pasados cuarenta años, un ángel
se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una
zarza. 31 Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión; y
acercándose para observar, vino a él la voz del Señor: 32 Yo
soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de
Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar. 33 Y
le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es
tierra santa. 34 Ciertamente he visto la aflicción de mi
pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos.
Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto. 35 A este Moisés,
a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?,
a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le
apareció en la zarza. 36 Este los sacó, habiendo hecho
prodigios y señales en tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el
desierto por cuarenta años. 37 Este Moisés es el que
dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre
vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis. 38 Este
es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que
le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió
palabras de vida que darnos; 39 al cual nuestros padres
no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron
a Egipto, 40 cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que
vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de
Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 41 Entonces
hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus
manos se regocijaron.
ASÍ
COMO JOSÉ, MOISÉS TIENE UNA ASOMBROSA SIMILITUD CON CRISTO:
(1) NACE EN TIEMPO DE
PERSECUCIÓN Y CASI LO MATAN CUANDO ERA NIÑO (ÉXO. 1:22; 4.19; MAT. 2:13–20).
(2) RECHAZÓ EL MUNDO
PARA SALVAR A SU PUEBLO (HEB. 11:24–26; MAT. 4:8–10; 2 COR. 8:9).
(3) LA PRIMERA VEZ QUE
TRATÓ DE AYUDAR A ISRAEL LO RECHAZARON (ÉX 2.11–14; ISA. 53:3).
(4) SE HIZO PASTOR (ÉXO.
3:1; JUAN 10).
(5) TOMÓ UNA ESPOSA
GENTIL DE MADIÁN (ÉXO. 2:21).
(6) LIBRÓ A SU PUEBLO
DE LA ESCLAVITUD MEDIANTE LA SANGRE DEL CORDERO (ÉXO.
12; 1 PED. 2:24).
MOISÉS
FUE UN PROFETA (DEU. 18:15–19; HCH. 3:22); FUE SACERDOTE (SAL. 99:6) Y REY (DEU.
33:4–5).
EL
PUEBLO DE ISRAEL TENÍA UN LÍDER PIADOSO Y, AÚN MÁS, LA MISMA PRSENCIA DE DIOS (v,
38)… SIN EMBARGO, ¡SE REBELARON Y RECHAZARON LA VOLUNTAD DE DIOS!
«EN SUS CORAZONES SE VOLVIERON A EGIPTO»
(v, 39)… SE VOLVIERON A LA IDOLATRÍA Y DIOS LOS DESECHÓ.
¿Y
NO HABÍAN HECHO LO MISMO MIENTRAS CRISTO ESTABA
CON ELLOS EN LA TIERRA?
MOISÉS
REALIZÓ MILAGROS, SUPLIÓ PARA SUS NECESIDADES EN EL DESIERTO Y LES DIO LA
PALABRA DE DIOS…
CRISTO
TAMBIÉN HABÍA REALIZADO OBRAS PODEROSAS, ALIMENTADO A LA GENTE Y LES HABÍA DADO
LA PALABRA DE DIOS... ¡Y SIN EMBARGO ELLOS LE RECHAZARON!
IV. ISRAEL RECHAZA
A LOS PROFETAS (7.42–50)
Y Dios se apartó, y
los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en
el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios en el
desierto por cuarenta años, casa de Israel? 43 Antes
bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras
que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia. 44 Tuvieron
nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había
ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había
visto. 45 El cual, recibido a su vez por nuestros
padres, lo introdujeron con Josuéal tomar posesión de la tierra de los
gentiles, a los cuales Dios arrojó de la presencia de nuestros padres, hasta
los días de David. 46 Este halló gracia delante de Dios,
y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob. 47 Mas
Salomón le edificó casa; 48 si bien el Altísimo no habita en templos hechos de
mano, como dice el profeta: 49 El cielo es mi trono,
Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O
cuál es el lugar de mi reposo? 50 ¿No hizo mi mano todas
estas cosas?
EN
ESTOS VERSÍCULOS ESTEBAN SE REFIERE A (AMÓS 5:25–27) E (ISA. 66:1–2).
LOS
JUDÍOS PENSABAN QUE DEBIDO A QUE TENÍAN SU TEMPLO, ESTABAN SEGUROS CONTRA
CUALQUIER DAÑO Y QUE DIOS TENÍA QUE BENDECIRLOS.
TODOS
LOS PROFETAS ADVIRTIERON QUE EL TEMPLO NO LES ASEGURARÍA LA BENDICIÓN SI SU
CORAZÓN NO ESTABA BIEN CON DIOS.
¿CÓMO
PUEDE DIOS, QUIEN LLENA EL CIELO Y LA TIERRA, ESTAR CONFINADO A UN TEMPLO HECHO
DE MANOS?
LA
VIDA RELIGIOSA DE ISRAEL ERA PURO FORMULISMO… ELLOS TENÍAN LAS FORMAS EXTERNAS
DE LA RELIGIÓN, PERO SUS CORAZONES NO ESTABAN BIEN CON DIOS.
RECHAZARON
LA VOZ DE LOS PROFETAS, INCLUSO PERSIGUIÉNDOLOS Y MATÁNDOLOS (MAT. 23:29–39); Y
CUANDO EL PROFETA (CRISTO) APARECIÓ (v, 37), ¡RECHAZARON SU TESTIMONIO Y LE
CRUCIFICARON!
V. EL JUICIO DE
ISRAEL SE SELLA (7: 51–60)
!!Duros de cerviz,
e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo; como vuestros padres, así también vosotros. 52 ¿A
cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que
anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido
entregadores y matadores; 53 vosotros que recibisteis la
ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis. 54 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. 55 Pero
Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria
de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, 56 y
dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la
diestra de Dios. 57 Entonces ellos, dando grandes voces,
se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. 58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los
testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. 59 Y
apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi
espíritu. 60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz:
Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
ISRAEL
HABÍA COMETIDO YA DOS ASESINATOS Y ESTABA A PUNTO DE COMETER EL TERCERO.
(1) AL PERMITIR QUE
MATARAN A JUAN EL BAUTISTA, RECHAZARON AL PADRE QUE HABÍA ENVIADO A JUAN PARA PREPARAR EL CAMINO A CRISTO.
(2) CUANDO
CRUCIFICARON A CRISTO, ELLOS RECHAZARON AL HIJO DE DIOS.
(3) Y AHORA, AL MATAR
A ESTEBAN, ESTABAN LLEGANDO AL PECADO DE RESISTIR AL ESPÍRITU SANTO.
DIOS
HUBIERA PERDONADO A LA NACIÓN POR LA
MANERA EN QUE TRATARON A SU HIJO, PERO NO PODRÍA PERDONAR A LOS JUDÍOS UNA VEZ
QUE RESISTIERAN Y BLASFEMARAN CONTRA EL ESPÍRITU SANTO, QUE TESTIFICABA CON
TANTO PODER ACERCA
DE SU HIJO.
DIOS
HABÍA DADO TODA EVIDENCIA A LA NACIÓN DE QUE CRISTO ERA SU MESÍAS, PERO ELLOS PREFIRIERON
ENDURECER SU CERVIZ Y SU CORAZÓN (HCH.
7:51).
¡Y
QUÉ SEMEJANZA HAY AQUÍ CON LA GENTE DEL MUNDO DE HOY!
ESTEBAN
USÓ LA PALABRA DE DIOS, Y ESTA «ESPADA
DEL ESPÍRITU» (EFE. 6:17; HEB. 4:12) PERFORÓ CON CONVICCIÓN SUS CORAZONES.
LA
BIBLIA DICE QUE A PUNTO DE SER APEDREADO, ESTEBAN LEVANTÓ SUS OJOS AL CIELO Y
VIO LA GLORIA DE DIOS…
BIEN
PODRÍA DECIRSE DE ISRAEL EN ESE MISMO INSTANTE: «ICABOD[...] ¡TRASPASADA ES LA
GLORIA DE ISRAEL!» (1 SAM. 4:19–22).
LA
BIBLIA DICE QUE ESTEBAN VIO LA GLORIA DE CRISTO, DONDE LA VEMOS HOY (2 COR. 4:1SS).
LA
MUERTE DEL MÁRTIR ESTEBAN CERRÓ LA OFERTA DE DIOS A LOS JUDÍOS Y FUE EL PUNTO
DECISIVO EN HECHOS, PORQUE AHORA LA IGLESIA, COMO EL CUERPO DE CRISTO, HA
ASUMIDO LA IMPORTANCIA PRINCIPAL… Y ES PARA SU IGLESIA QUE CRISTO TIENE SU MINISTERIO A LA DIESTRA DE DIOS.
LA
ORACIÓN DE ESTEBAN MIENTRAS MORÍA APEDREADO MUESTRA SU AMOR POR SU PUEBLO Y NOS
RECUERDA LA INTERCESIÓN DE CRISTO EN LA CRUZ.
Y
LA PALABRA «DURMIÓ», ES UN HERMOSO
CUADRO DE LO QUE LA MUERTE SIGNIFICA PARA EL CREYENTE.
EL
JUICIO DE ISRAEL QUEDÓ SELLADO… Y EN LOS PRÓXIMOS CAPÍTULOS PODEMOS VER YA EL
EVANGELIO DE LA GRACIA PASANDO DE LOS JUDÍOS A LOS SAMARITANOS, Y DESPUÉS A LOS
GENTILES.
¡OH,
BENDITO SEÑOR! TE ADORAMOS Y TE DAMOS LAS GRACIAS POR TU BENDITA MISERICORDIA.
AMÉN.
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