jueves, 11 de marzo de 2021

NUESTRO PASADO, PRESENTE Y FUTURO COMO CREYENTES

 


NUESTRO PASADO, PRESENTE Y FUTURO COMO CREYENTES

TEXTO BIBLICO: (EFESIOS 2:1-13)

ORACIÓN: TODA LA GLORIA PARA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

 

Recuerdo nuestra vida en familia en sus diferentes etapas… éramos felices pero estábamos sin Dios. Teníamos carencias, y estábamos carentes de Dios… vivíamos el día a día pero sin ninguna esperanza… e ignorábamos esto, no lo sabíamos.

Piensen en que hubiera pasado si siguiéramos así. Yo creo que algunos de nosotros ya no existiría… o al menos yo no viviría, hermanos.

Vamos a ver hoy estos tres estados de la vida de un ser humano en el tiempo, y cómo Dios interviene sobrenaturalmente para hacer su Voluntad para transformar su Posición Eterna.


PRIMERO. NUESTRO PASADO. Y a mí me aterra darme cuenta de dónde estábamos, me aterra saber la posición que teníamos en el mundo… pero es necesario reconocerlo para no dar marcha atrás jamás.

Era una lista negra y deprimente de pecados. Porque en nuestro pasado todos estábamos sin Dios:

1. ESTÁBAMOS SIN VIDA. «Estabais muertos por vuestros delitos y pecados

Antes estábamos espiritualmente muertos con respecto a Dios.

2. ESTÁBAMOS EN LA TUMBA DE NUESTROS PROPIOS «delitos y pecados».

No había ninguna respuesta en absoluto a las iniciativas de la misericordia divina de Cristo Jesús.

«La mentalidad de la carne es muerte». Y así estábamos en otro tiempo.

3. ESTÁBAMOS SIN FUERZA. «En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo» (v. 2).

Antes caminamos arrastrados por la corriente de las influencias del mundo, haciendo y copiando lo que hacía el mundo, dando gusto a nuestros deleites, movidos por la carne, y éramos como un pez muerto en la corriente, sin posibilidades de trascender eternamente.

4. ESTÁBAMOS SIN CRISTO. «En aquel tiempo estabais sin Cristo» (v. 12).

Todo lo que hoy Cristo significa en nuestra experiencia personal y esperanzas futuras, no existía en aquel tiempo en nuestras vidas.

En nuestras vidas pasadas podemos ver la pobreza y desolación de las almas no regeneradas, de las almas destituidas, afligidas, atormentadas, sin Dios en el mundo.

5. ESTÁBAMOS SIN PROMESAS. Éramos totalmente Extraños a los pactos de la promesa (v. 12).

Hay más o menos 30 mil promesas en la Santa Palabra de Dios, pero no hay ninguna promesa para aquel cuya mente está enfrentada en enemistad contra Dios. Y así vivimos antes todos nosotros.

Hay en la Palabra «preciosas y grandísimas promesas», pero el alma mundana, carnal y sin Cristo no ve valor alguno en ellas, ni tampoco le interesan… el alma mundana está ignorante, apartada, sin tener acceso a nada, a ninguna de las riquezas del Señor.

6. ESTÁBAMOS SIN ESPERANZA. «Sin esperanza» dice el Señor. (v. 12). Careciendo de promesas, careciendo de esperanza, careciendo de futuro eterno.

Éste es el juicio que Dios hace del caso del que está apartado; pero ellos no lo pueden ver.

Jesucristo dice: «Nadie viene al Padre, sino por mí» (Jn. 14:6). Pero en aquel tiempo nosotros estábamos «sin Cristo», y por ello no podíamos acudir al Padre de la manera que Él había dispuesto.

«El que no cree ya ha sido condenado.» dice (Juan 3:18).

7. ESTÁBAMOS SIN DIOS EN EL MUNDO. Estábamos Sin Dios, éramos movidos por la potestad maligna… aún viviendo en un mundo repleto de evidencias de la Creación de Dios, de su Sabiduría y Su Poder, no podíamos verlo. Éramos ciegos siendo guiados por otros ciegos.

Estábamos en un mundo hecho por Dios, en el que un día habitó su propio Hijo, para amar y morir para perdonar a los pecadores (Jn. 3:16). Y así éramos nosotros hermanos, «pero ya habéis sido lavados» dice Dios en Su Palabra.


SEGUNDO: NUESTRO PRESENTE.  HOY NUESTRO PRESENTE ES OTRO... PORQUE AHORA ESTAMOS EN CRISTO JESÚS. ¡Y QUÉ CAMBIO HIZO EL SEÑOR EN CADA UNO DE NOSOTROS HERMANOS!

1. HABÉIS SIDO VIVIFICADOS (v. 1). El Santo Espíritu de Dios ha infundido en nosotros el aliento de una nueva vida y nos ha sellado con las arras, o sea, con el anticipo de la vida eterna.

Ya nuestros ojos han sido abiertos para ver los misterios y las realidades de las cosas eternas que fueron hechas por y para Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador.

Hoy las tinieblas han pasado, y la verdadera luz ya nos alumbra. Las promesas antes cubiertas por nubes negras, ahora parecen como estrellas de primera magnitud, iluminando nuestras vidas a pesar de los problemas.

Cristo se ha convertido dentro de nosotros en una realidad que todo lo llena, amados.

2. HABÉIS SIDO HECHOS CERCANOS. «Habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo» (v. 13). Bendita Sangre Preciosa!

Hemos puesto nuestra fe y confianza en Cristo, y por eso, Aquel que murió, el Justo por los injustos, nos ha llevado a Dios (1 Pe. 3:18).

Los pecados que hacían separación entre nosotros y Dios, ya fueron pagados y quitados por Cristo. Tenemos ahora la comunión de los que están reconciliados con Dios.

3. ESTÁIS RESUCITADOS juntamente con Cristo (v. 6). En el propósito de Dios estamos con Él en la Cruz.

Ahora compartimos la vida de Cristo y su poder en Resurrección. (Rom. 4:25) « el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación» dice la Palabra-

4. ESTÁIS SENTADOS juntamente con Cristo en los lugares celestiales (v. 6).

Las últimas palabras del Señor en su vida terrenal fue: «Consumado es», y luego ascendió a la diestra del Padre, y se sentó.

Nuestro bendito privilegio ahora es reposar con Jesús en la obra cumplida por y para nosotros por la fe. Estamos sentados en los lugares celestiales con Cristo. Y eso es una realidad espiritual.

Y podríamos decir: Pero si ahora mismo estoy sentado en una silla conectado por Zoom con mis hermanos. Pues Si. Esa es la realidad que ven tus ojos, es la sensación que captan tus sentidos. O sea, eso es lo que tú percibes. 

Pero para Dios NO es así. Dios te ve sentado en los lugares celestiales con Cristo, o sea, eres salvo y Dios ve las cosas que aún no son, como  si fueran. Esa es la Fe de la confianza de nuestra salvación, hermanos.

5. SOIS HECHURA SUYA. Somos todos obra de Él. Por medio de la fe sois salvos por la gracia, y esto no de nosotros, sino que es el don de Dios (v. 8). En otras palabras, si lo crees, es tuyo. Y seguro que ya lo es.

«Porque Dios es el que en vosotros opera tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Fil. 2:13).


Y TERCERO: ¿CUÁL ES NUESTRO FUTURO?

El (v,7) nos abre una puerta muy grande y nos da todo el panorama de lo que Cristo hizo en la Cruz para nosotros, es decir, lo que el Padre hizo a través de Cristo para cumplir su propósito eterno:

«Para mostrar en los siglos venideros las superabundantes riquezas de su gracia en su benignidad para con nosotros en Cristo Jesús» (v. 7).

Hay muchas cosas inmensas aquí… cosas muy grandes y muy tremendas… pero nos ocuparemos de DOS de ellas:

1) Para mostrar en los siglos venideros…

2) Las superabundantes riquezas de su Gracia….

Cuando el Espíritu nos habla y nos dice por la Palabra: los siglos venideros… nos está hablando de vida eterna sin fin.

A veces nos miramos al espejo y nos preocupamos por las canas, o por las arrugas, o porque nuestros ojos ya no tienen la fuerza de los años mozos, o nuestras piernas y brazos… porque vemos que nos hacemos más viejos cada día.

Pero la SuperPromesa Divina es: Por todos los siglos, o sea por la eternidad, él nos mostrará las cosas que aún no hemos visto, sin que jamás nunca terminen. Guau!

Y esa palabra: “Superabundantes” me hace pensar mucho en… no sé… en algo que está fluyendo y fluyendo y fluyendo y nunca se acaba… Me hace recordar cuando fuimos bautizados por el Espíritu Santo… era un SuperPoder que fluía y fluía y parecía que no terminaba, ni queríamos honestamente que terminara. Nos queríamos quedar así. Wow, pero sólo fue una probadita de su SuperAbundante Gracia, solamente.

¿Como serán esas superabundantes riquezas? ¿Ustedes se las imaginan?

Hemos leído 3 o 4 libros quizá, sobre testimonios de personas que mueren y regresan a la vida… y todo lo que dicen siempre es algo inenarrable.

Pero fíjense: ¿mueren y regresan a la vida? En realidad no es así. Piénsenlo bien.

Más bien esas personas de los testimonios llegan al cielo, aunque sea por unos momentos, y acarician o atisban lo que es LA VERDADERA VIDA ETERNA… y después regresan a este mundo de muerte.

O sea, en el mundo se ven las cosas al revés. Y eso es lo que Cristo siempre nos quiere explicar: (Juan 6:63) El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha… o (Juan 3:6) Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es… o (Juan 3:12) Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

Creo que de alguna manera al apóstol Pablo le ocurrió ésto… y éso que le pasó a Pablo fue también para dejar testimonio en la Biblia de que el cielo existe, de que el cielo es real, de que estas superabundantes riquezas son inmarcesibles para el que es terrenal… pero serán accesibles un día para todo creyente… y eso nos alienta hermanos:

(1 Cor. 12: 2-4) Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

Eso es algo que debemos tener siempre presente. Las superabundantes riquezas del Señor SON NUESTRO FUTURO. Y todo se lo debemos al Señor Jesucristo.

Así que aguardamos al Señor para estar con Él allá, en sus moradas eternas, donde nadie muere, donde no hay dolor, ni hay enfermedad, ni hay canas, ni arrugas.

PORQUE ESTAREMOS EN LA ETERNIDAD DE DIOS. GLORIA AL SEÑOR SUBLIME! BENDITO SEA SU NOMBRE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS!

En este tiempo presente hemos visto en gran manera la bondad de Dios para con nosotros por medio de Cristo Jesús en su plenitud salvadora, preservadora y alentadora. Y la estamos viendo también para nuestras familias.

Pero en la era venidera hermanos, seremos testigos de la Gloria que ha de seguir.

Cuando el mismo Señor aparezca, y cuando todos sus redimidos seamos arrebatados para encontrarnos con Él, y para ser glorificados juntamente con Él como «herederos de Dios», habremos entonces entrado en nuestra GLORIOSA HERENCIA. Sólo me imagino como será eso.


CERRAMOS LEYENDO DOS CITAS:

(Ro. 8:17-19) Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

(Lc. 22:28-30) Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

QUIEN NO PUEDE AGRADECER CON SU CORAZÓN AL SEÑOR POR TANTAS COSAS QUE NI SIQUIERA SOÑAMOS?

VAMOS A ORAR PARA DAR GRACIAS A NUESTRO DIOS POR ESTE REGALO TAN IMPAGABLE, TAN ENORME, TAN BELLO Y TAN GLORIOSO.

DEMOS GRACIAS AL SEÑOR JESUCRISTO POR HABER SIDO EL AUTOR DE TODO ESTO QUE NOS VENDRÁ UN DIA..

Y DEMOS GRACIAS AL SEÑOR ESPIRITU SANTO POR GUIARNOS CADA DÍA HACIA LA SUPREMA MORADA QUE YA NOS AGUARDA.

EN EL NOMBRE DE JESÚS…

AMEN.

 


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