(Mateo 9:9-13) Pasando
Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de
los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Y aconteció que estando él sentado a la mesa
en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se
sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Cuando vieron esto
los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los
publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos,
sino a pecadores, al arrepentimiento.
( Juan 21:20-23) Volviéndose Pedro, vio que les seguía el
discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al
lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta
que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces
entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que
no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
EL SEÑOR SUELE CAUSARLES SORPRESAS A SUS DISCÍPULOS CON
LA LLEGADA DE UN DISCÍPULO NUEVO.
PORQUE NO SIEMPRE ES EL QUE ELLOS ESPERAN.
ASÍ DEBE DE HABER OCURRIDO CON MATEO, EL PUBLICANO.
LOS DISCÍPULOS ANTERIORES PERTENECÍAN A UNA CLASE
SOCIAL ESFORZADA, TRABAJADORES ARTESANALES, GENTES "DEL VULGO", PERO
HONESTA.
PERO DE PRONTO, EL SEÑOR LLAMA A MATEO, UN HOMBRE RICO
Y PUDIENTE –PERO DE MALA FAMA–, Y ESO DEBIÓ DE CAUSARLES ESTUPOR.
SEGURAMENTE TUVIERON LOS MISMOS REPAROS QUE LOS
FARISEOS HICIERON DEL SEÑOR: "¿POR
QUÉ COME VUESTRO MAESTRO CON LOS PUBLICANOS Y PECADORES?".
SI HEMOS DE CREER A ALGUNOS ERUDITOS BÍBLICOS, MATEO
ERA DEL PEOR TIPO DE LOS PUBLICANOS, UN 'MOKHES',
O COBRADOR ADUANERO, PARA QUIENES, SEGÚN SE CREÍA, EL ARREPENTIMIENTO ERA CASI
IMPOSIBLE.
ESTOS ERAN MÁS RAPACES QUE LOS OTROS COBRADORES.
ERAN UNA RAZA DE DELINCUENTES, A LOS CUALES BIEN SE
PODÍA APLICAR (LEVÍTICO 20:5): "ENTONCES
YO PONDRÉ MI ROSTRO CONTRA AQUEL VARÓN Y CONTRA SU FAMILIA, Y LE CORTARÉ DE
ENTRE SU PUEBLO, CON TODOS LOS QUE FORNICARON EN POS DE ÉL PROSTITUYÉNDOSE CON
MOLOC".
SIN EMBARGO, LA ELECCIÓN DE LOS QUE SIGUEN A JESÚS NO
LA REALIZAN LOS DISCÍPULOS, SINO EL SEÑOR.
A LOS DISCÍPULOS SÓLO LES TOCA ACOGER AL RECIÉN LLEGADO
(ROM.15:7).
LA ELECCIÓN DE DIOS NO SIEMPRE SIGUE LOS ESTÁNDARES
NUESTROS… ÉL TIENE SUS PROPIAS RAZONES, Y MUCHAS VECES ESAS RAZONES SON MUY
DIFERENTES A LAS NUESTRAS.
PORQUE LOS CARACTERES DE LOS ESCOGIDOS NO SIEMPRE SON
LO QUE QUISIÉRAMOS NOSOTROS.
MUCHAS VECES ESOS CARACTERES, PUESTOS EN CONTACTO,
PRODUCEN CHISPAS. (MT. 20:24).
Y ESO TAMBIÉN FORMA PARTE DE LA SOBERANÍA DEL SEÑOR, Y
DE LA DISCIPLINA DE LOS DISCÍPULOS.
SÓLO DIOS CONOCE EL VERDADERO POTENCIAL DE CADA
DISCÍPULO.
PERO NO SÓLO LA ENTRADA DE UN DISCÍPULO NUEVO ES ALGO
PRIVATIVO DEL SEÑOR, SINO TAMBIÉN SU SUERTE FUTURA.
CUANDO PEDRO LE PREGUNTA AL SEÑOR POR JUAN, EN AQUELLA
CONVERSACIÓN JUNTO AL MAR AL FINAL DEL EVANGELIO DE JUAN, EL SEÑOR LE RESPONDE:
"SI QUIERO QUE ÉL QUEDE HASTA QUE YO
VENGA, ¿QUÉ A TI?".
PEDRO SENTÍA CELOS DE JUAN, POR ESO EL SEÑOR LE
CORRIGE.
EL LUGAR QUE CADA DISCÍPULO OCUPA EN EL CORAZÓN DEL
SEÑOR, Y TAMBIÉN EN EL CONTEXTO DE LA OBRA, SON ASUNTOS QUE DECIDE EL SEÑOR.
Y LO MISMO PUEDE DECIRSE DEL FIN QUE ELLOS TENDRÁN.
PEDRO SERÍA LLEVADO DONDE NO QUERRÍA IR; JUAN PODÍA
QUEDARSE HASTA QUE EL SEÑOR VENGA, SI ASÍ EL SEÑOR LO QUISIERA… TODO ESO LO
DECIDE EL SEÑOR; NO LO DECIDEN LOS DISCÍPULOS.
ASÍ PUES, EL SEÑOR TRAE A LOS QUE QUIERE, LOS UBICA
DONDE QUIERE, Y ESCOGE PARA ELLOS EL FIN QUE QUIERE… PORQUE ÉL ES EL SEÑOR.
Y A CADA DISCÍPULO EN PARTICULAR LE CONVIENE INCLINARSE
ANTE ESTA SOBERANÍA.
CUANTO MÁS DISPUESTO ESTÁ A ACEPTARLA, MÁS PRONTO SERÁ
PROMOVIDO.
Aguasvivas.cl
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