«He aquí que viene con las nubes, y todo ojo
le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán
lamentación por El. Sí, amén» (Apocalipsis 1:7).
I. NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO VIENE.
Y
ESTE HECHO ES DIGNO DE VIGILANCIA, PUES DICE: «HE AQUÍ QUE VIENE.»
Y
ESTA ES PALABRA SAGRADA QUE SE TIENE QUE CUMPLIR, PORQUE LA PALABRA DE DIOS NO
PASARÁ JAMÁS.
LA
BIBLIA DICE: LOS CIELOS Y LA TIERRA PASARÁN, PERO MIS PALABRAS NO PASARÁN.
(MAT. 24:35).
DE
MODO QUE ESA EXPRESIÓN DE APOCALIPSIS: «HE
AQUÍ QUE VIENE», SE CUMPLIRÁ, Y SE CUMPLIRÁ CUANDO MENOS LO ESPEREMOS.
ASÍ
QUE ESTE HECHO DEBE SER VIVAMENTE SENTIDO, HASTA QUE CLAMEMOS: «¡HE AQUÍ VIENE!»
ESTE
HECHO DEBE SER CELOSAMENTE PROCLAMADO… DEBEMOS USAR EL CLAMOR DEL HERALDO QUE
DICE: «HE AQUÍ...»
ESTAS
PALABRAS DE DIOS DEBEN SER CONSIDERADAS COMO UN HECHO VERAZ E INDUBITABLE: CRISTO
VIENE CON TODA SEGURIDAD.
PORQUE
ESTO HA SIDO PREDICHO DESDE MUY ANTIGUO, DESDE LOS TIEMPOS DE ENOC.
(JUDAS
14) De éstos
también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el
Señor con sus santas decenas de millares…
ASÍ
QUE DIOS MISMO NOS LO HA ADVERTIDO: «HE
AQUÍ YO VENGO PRESTO.»
Y
CRISTO HA HECHO DE LA SANTA CENA UN RECUERDO DE TAL SUCESO: «HASTA QUE EL VENGA.»
DE
MANERA QUE EL HECHO HA DE SER CONSIDERADO CON INMEDIATO INTERÉS… «HE AQUÍ», PUES ES EL MAYOR DE TODOS LOS
SUCESOS EN LA HISTORIA DEL UNIVERSO.
«CRISTO VIENE», PUES EL ACONTECIMIENTO
ESTÁ A LAS PUERTAS… «ÉL VIENE», O SEA, AQUÉL QUE ES NUESTRO SEÑOR Y CELESTIAL ESPOSO, VIENE A NOSOTROS, VIENE PARA LLEVARSE A SU PUEBLO.
ENTONCES
CRISTO NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR HA DE SER
ESPERADO POR UNA SEÑAL PECULIAR.
Y
LAS NUBES SON LA SEÑAL DISTINTIVA DE SU SEGUNDA VENIDA, Y SERÁN COMO «EL POLVO DE SUS PIES».
PORQUE ASÍ ERA LA COLUMNA DE NUBE EN EL DESIERTO.
PORQUE ASÍ SON LOS EMBLEMAS DE SU MAJESTAD… ASÍ SON LOS SÍMBOLOS DE SU PODER.
ASÍ SON
LAS ADVERTENCIAS DE SU JUICIO, CARGADOS CON TINIEBLAS Y TEMPESTAD.
II. LA VENIDA DE
NUESTRO SEÑOR SERÁ VISTA POR TODOS.
SERÁ
UNA APARICIÓN LITERAL… NO MERAMENTE QUE TODAS LAS MENTES PENSARÁN EN EL, SINO
QUE TODOS
LOS OJOS LE VERÁN.
CRISTO SERÁ
VISTO POR TODA SUERTE DE HOMBRES VIVIENTES, DE TODAS LAS RAZAS, LENGUA Y NACIÓN.
CRISTO SERÁ VISTO POR LOS QUE MURIERON DESDE MUCHO TIEMPO ATRÁS.
CRISTO SERÁ
VISTO POR AQUELLOS MISMOS QUE LE MATARON Y POR TODOS LOS QUE LE ABORRECIERON.
CRISTO SERÁ
MANIFESTADO A AQUELLOS QUE NO DESEAN VERLE A ÉL.
Y ESTA SERÁ
UNA VISIÓN EN LA QUE USTED Y YO TOMAREMOS PARTE, ¡ALELUYA!
III. SU VENIDA
CAUSARÁ ESPANTO.
«TODAS LAS GENTES DE LA TIERRA SE LAMENTARÁN
SOBRE
EL.»
ASÍ
QUE EL ESPANTO Y TERROR SERÁ GENERAL: «TODAS
LAS GENTES DE LA TIERRA.»
LA
IMPRESIÓN MÁS GENERAL SERÁ DE TERROR Y DOLOR: «ELLOS LA MENTARÁN.»
ESTO
DEMUESTRA QUE NO TODOS LOS HOMBRES SERÁN UNIVERSALMENTE CONVERTIDOS, COMO
ALGUNOS
PIENSAN.
EL
LAMENTO NOS DICE QUE LOS HOMBRES, DE UN MODO GENERAL, NO ESPERARÁN NI DESEARÁN
LA VENIDA DE CRISTO COMO UNA BENDICIÓN.
NO
TRATARÁN DE ESCAPAR DEL CASTIGO… NO ESPERARÁN LA ANIQUILACIÓN… NO ESPERARÁN LA RESTAURACIÓN,
PORQUE SI FUERA ASÍ NO LLORARÍAN.
EL
LAMENTO SURGIRÁ DE CIERTA MEDIDA DE LA VISIÓN DE SU GLORIA; AL VER LLENO DE
PODER A AQUEL A QUIEN RECHAZARON Y RESISTIERON… Y ESTA GLORIA SERÁ SU TERROR.
¡MAS
AUNQUE SEA ASÍ, SEÑOR JESÚS, VEN PRONTO!
LA
BIBLIA DICE QUE TODO OJO LE VERÁ… TODO OJO; LOS OJOS DE CADA PERSONA VIVIENTE,
SEA QUIEN SEA, NADIE PODRÁ IMPEDIRLO.
LA
VOZ DO LA TROMPETA, EL RESPLANDOR DE SU LLAMA, AFECTARÁ A TODOS, Y TODOS
FIJARÁN SOBRE ÉL SUS OJOS.
NO
HABRÁ NINGÚN OJO TAN OCUPADO QUE NO SE DIRIJA A ÉL; SEA CUAL SEA LA OCUPACIÓN,
LA DIVERSIÓN O CUALQUIER OTRO MOTIVO QUE TENGAN OCUPADOS LOS OJOS HUMANOS, TODO
SERÁ ABANDONADO PARA MIRAR A CRISTO, PUES YA NADA MÁS IMPORTARÁ A TODA LA GENTE
DEL MUNDO QUE EL INUSITADO SUCESO QUE SE PRODUCIRÁ EN LAS NUBES.
LOS
OJOS SERÁN LEVANTADOS A CRISTO Y NO MIRARÁN MÁS
ABAJO… YA NO MIRARÁN AL DINERO, A LOS LIBROS, A LAS TIERRAS, A LAS CASAS O A SUS
POSESIONES.
TUS
OJOS Y LOS MÍOS LE VERÁN… ¡OH, QUÉ GRAN PENSAMIENTO!
¡BENDITO
JESÚS… QUE NO TENGAMOS QUE VERTE
CON
OJOS LLENOS DE LÁGRIMAS, NI TEMBLANDO A TU VISTA!
SEÑOR:
ENTRE TANTO QUE EL CIELO NO PUEDE RETENERTE DE MÍ, NI EL MUNDO PUEDE RETENERME
DE TI, LEVANTA MI ALMA A UNA VIDA TAL DE FE, CONTIGO, QUE PUEDA GOZAR DE TU
CONVERSACIÓN MIENTRAS ESPERO TU VENIDA.
¡DIOS
TE BENDIGA, HERMANO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario