«Le dijo Pilato:
¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les
dijo: Yo no hallo en él ningún delito» (Juan 18:38).
LA
BIBLIA DICE QUE PILATO PREGUNTÓ AL SEÑOR: «¿QUÉ
ES LA VERDAD?»… PERO TAMBIÉN DICE QUE ÉL NO ESPERÓ LA RESPUESTA, SINO QUE
SALIÓ DE INMEDIATO A LOS JUDÍOS.
ANTE
ÉL TENÍA A UN HOMBRE FÍSICAMENTE DESPRECIABLE, SIN SIGNO ALGUNO DE GRANDEZA, Y
DEMACRADO Y SANGRANTE.
ESTE
HOMBRE SE HABÍA ATREVIDO A DECIRLE: «YO
PARA ESTO HE NACIDO, Y PARA ESTO HE VENIDO AL MUNDO, PARA DAR TESTIMONIO DE LA
VERDAD. TODO AQUEL QUE ES DE LA VERDAD, OYE MI VOZ».
PALABRAS,
SIN DUDA, AUDACES, PERO QUE NO LOGRARON DESPERTAR LA CURIOSIDAD DE PILATO.
PILATO
TUVO A AQUÉL QUE ES LA VERDAD Y LA VIDA FRENTE A SUS OJOS… PERO NO LO RECONOCIÓ.
Y
SU PREGUNTA REVELA, NO EL INQUISIDOR ACERCAMIENTO DE QUIEN BUSCA CONOCER AL
DIOS ESCONDIDO… NO ES LA PREGUNTA ANHELANTE, HECHA A QUIEN TAL VEZ PUEDE DARLE
UNA RESPUESTA… SINO QUE ES LA PREGUNTA ESCÉPTICA DE QUIEN YA NO CREE EN NADA,
NI TAMPOCO ESPERA CREER EN NADA.
MUCHOS
HAY COMO PILATO, QUE INVIERTEN UNA VIDA ENTERA PREGUNTÁNDOSE POR LA VERDAD, Y
BUSCÁNDOLA, SIN HALLARLA.
¿SERÁ
QUE DIOS SE ESCONDE ARBITRARIAMENTE DE SUS OJOS?
ELLOS
HAN HECHO MUCHOS ESFUERZOS, PERO SUS ESFUERZOS HAN SIDO VANOS, PORQUE LA HAN
BUSCADO DESDE SU INTELIGENCIA, QUE ES, A SUS OJOS, PORTENTOSA… Y NO DESDE SU
FRAGILIDAD.
EL
BUSCADOR PROFESIONAL DE VERDADES, FINALMENTE PIERDE EL NORTE, Y SE DEDICA, AL
IGUAL QUE LOS EPICÚREOS Y ESTOICOS DE LOS DÍAS DEL APÓSTOL PABLO, A DECIR Y OÍR
ALGO NUEVO.
ES
UN EJERCICIO INTELECTUAL POR VANIDAD HUMANA… ES EL HALLAZGO DE ALGUNA PEQUEÑA
VERDAD PARA EXHIBICIÓN ANTE LOS HOMBRES... ES PÉRDIDA DE TIEMPO.
CONOCER
LA VERDAD EXIGE VIVIRLA… Y HALLAR LA VERDAD ES VOLCARSE A ELLA.
TENER
LA VERDAD ES RENUNCIAR A TODAS LAS VERDADES ANTERIORES, TAN CELOSAMENTE
DEFENDIDAS.
SÓLO
QUIEN QUIERA CONOCER DE VERAS LA VERDAD, LA CONOCERÁ.
PORQUE
ELLA NO ESTÁ TAN LEJOS QUE NO PUEDA ALCANZARLA, SINO QUE SE LE PRESENTARÁ EN EL
MOMENTO MENOS PENSADO PARA NUNCA MÁS ABANDONARLE.
(ROMANOS
10: 8-11) 8 Mas ¿qué
dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la
palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere,
no será avergonzado.
¡DIOS
TE BENDIGA!
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