Sus hermanos no creían en Él

DOS HERMANOS DEL SEÑOR SEGÚN LA CARNE FUERON AUTORES DE SENDAS EPÍSTOLAS DEL NUEVO TESTAMENTO, LA DE SANTIAGO Y LA DE JUDAS.

ADEMAS DE TODO, SANTIAGO ERA CONSIDERADO, EN LOS COMIENZOS DE LA IGLESIA EN JERUSALÉN, UNA DE LAS COLUMNAS DE LA FE.

SIN EMBARGO, ÉSTOS DOS HERMANOS DE JESÚS NO SIEMPRE CREYERON EN ÉL.

SANTIAGO (O JACOBO) ERA, AL PARECER, EL QUE SEGUÍA EN EDAD AL SEÑOR… LUEGO VENÍAN JOSÉ, JUDAS Y SIMÓN.

TODOS ELLOS COMPARTÍAN, JUNTO A SUS PADRES Y HERMANAS, LAS VICISITUDES DE UNA FAMILIA PIADOSA, PERO COMÚN, COMO CUALQUIER FAMILIA JUDÍA.

Y TAN NORMAL DEBIÓ SER ESTA FAMILIA QUE ELLOS NO RECONOCIERON EN EL PRINCIPIO QUIÉN ERA EN REALIDAD SU HERMANO MAYOR.

ELLOS CONVIVIERON CON SU HERMANO JESÚS POR AÑOS… PERO LA REVELACIÓN NO VINO A ELLOS POR NINGUNA VÍA… O TAL VEZ SÍ… PERO LA COSA ES QUE NO CREYERON.

POR ESO, CUANDO EL SEÑOR COMIENZA SU MINISTERIO, ELLOS SE DESCONCIERTAN.

LE ACOMPAÑAN EN ALGUNOS DE SUS VIAJES, PERO TAL PARECE QUE NO EN CALIDAD DE DISCÍPULOS, COMO DICE (JUAN 2:12) Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.

Y AUNQUE MARÍA HABÍA PRESENCIADO HECHOS PORTENTOSOS EN EL NACIMIENTO DE SU HIJO, SEGURAMENTE NO ERA CREÍDA POR LOS DEMÁS DE SU CASA.

EN LA BIBLIA, JUAN EL APÓSTOL DICE DE ELLOS: “PORQUE NI AÚN SUS HERMANOS CREÍAN EN ÉL.” (JUAN 7:5).

TODOS ELLOS ASUMEN, ENTONCES, UNA CONDUCTA ERRÁTICA COMO FAMILIA.

UNAS VECES VAN EN SU BUSCA PARA TRAERLE A CASA, PENSANDO QUE ESTABA FUERA DE SÍ (MARCOS 3:21)… OTRAS, LE DICEN COMO BURLÁNDOSE DE ÉL, QUE SE VAYA A JUDEA, PORQUE “NINGUNO QUE PROCURA DARSE A CONOCER HACE ALGO EN SECRETO” (JUAN 7:4).

EL HECHO DE QUE LOS HABITANTES DE NAZARET NO CREYERAN EN ÉL ERA COMPRENSIBLE… PERO QUE SU FAMILIA NO CREYERA, ESO SÍ ERA ASOMBROSO –Y ADEMÁS, MUY DOLOROSO.

POR ESO, EL SEÑOR RESUME EN UNA SOLA FRASE TODA SU DESAZÓN (¿NO ERA ACASO VERDADERO HOMBRE?): “NO HAY PROFETA SIN HONRA SINO EN SU PROPIA TIERRA, Y ENTRE SUS PARIENTES, Y EN SU CASA” (MARCOS 6:4).

DE MANERA QUE EL VACÍO QUE DEJAN SUS HERMANOS, LO VIENEN A OCUPAR, FELICES, TODOS AQUELLOS QUE “HACEN LA VOLUNTAD DE DIOS” (MARCOS 3:35) Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

SIN EMBARGO, EN ALGÚN MOMENTO LUEGO DE SU MUERTE Y RESURRECCIÓN, ELLOS POR FIN PUEDEN VERLE COMO ES, Y HASTA ENTONCES SE UNEN A SUS DISCÍPULOS (HECHOS 1:14) Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

ENTONCES, JACOBO PUEDE DECIR POR FIN DE SU HERMANO Y SEÑOR, UNA HERMOSA FRASE QUE BORRA TODO UN PASADO DE DESPRECIO: “Nuestro Glorioso Señor Jesucristo” (SANTIAGO 2:1).

AHORA ES ALGO MÁS QUE SU HERMANO: PARA ÉL ES EL SEÑOR DE LA GLORIA…. Y AHORA LE CONOCE DE VERDAD.

Y LO MISMO OCURRE CON SU HERMANO JUDAS, QUIEN PUDO AL FIN ESCRIBIR EN TODA LA FUERZA DE SU FE EN (JUDAS 24-25): Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y Presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, ²⁵ al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

¡DIOS TE BENDIGA!

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